La sociedad, los medios de comunicación, la alta competitividad y la discriminación a los deportistas o equipos que no alcanzan un grado muy alto de éxito nos hacen llegar a nuestros oídos frases muy “motivadoras, a priori”, cómo: “Solo vale ganar”, “Si no ganas para que juegas”, “Somos campeones o todo el trabajo no sirve de nada”, y frases con un tono decepcionante cómo “Otro partido perdido”, “Para perder no vayas a jugar ni a entrenar”, “Por mucho que lo intentamos no ganamos nunca”. Frases, sin duda, devastadoras, más aun cuando los padres las refuerzan de cara a sus hijos deportistas.
Está claro que ver los triunfos de las grandes estrellas no ayudan, ya que normalmente no podemos ver el trabajo que hay detrás del éxito, y parece que si no ganas no vales, en la mente de un niño o niña esta situación causa mucha frustración, acentuada si reciben resultados en contra muy abultados, a lo que obviamente nada ayudan las ligas mal organizadas que propician goleadas escandalosas de 50, 60 o 70 goles de diferencia en categorías base. Esto provoca en numerosas ocasiones que muchos jugadores tomen la decisión de dejar el balonmano.
Cómo no podemos firmar un papel para ganar siempre y nunca sentir lo que es una derrota. ¿Qué podemos hacer para afrontar la derrota? ¿Se pueden sacar conclusiones positivas de una derrota? ¿Es cierto el dicho de que unas veces se gana y otras se aprende? Desde Valonmano analizamos este tema desde 3 puntos: Perder es parte del deporte, aprender a perder y aceptar la derrota.
En primer lugar, hemos de saber inculcar a la base que la derrota es parte del deporte que sin derrota no existiría la victoria, ser conscientes de que sin la participación de todos los equipos que van detrás en la tabla del líder, este no sería líder, sería un equipo que compite en solitario, por lo que toda participación es importante, la derrota nunca es un fracaso, a veces toca perder y hay que saber ver que es parte del deporte.
En segundo lugar, un tema muy complicado, ya que los ejemplos mediáticos e incluso de categorías superiores no suelen ayudar y es el “saber perder”, lo que conlleva aprender a perder, a diario vemos malas caras por perder, echar culpas a arbitrajes, enfrentamientos con los rivales tras perder… Obviamente esto no ayuda, aprender a ganar también es difícil y muy importante pero ese es otro tema, saber perder es de obligatorio cumplimiento para los valores de un deportista, aceptar que el rival ha sido mejor, o que ha podido tener más suerte y ser consciente de que, una vez acabado el partido ya no hay nada que hacer que no sea trabajar para siguientes citas deportivas, por lo tanto aprendamos a perder y enseñemos a saber perder a los más pequeños para conservar la nobleza de nuestro deporte.
Para terminar, algo muy asociado con lo ya descrito el tema de “aceptar la derrota”, se puede jugar a ganar pero perder partidos, una cosa no quita la otra, buscar el éxito requiere conocer la derrota previamente, un verdadero campeón debe saber el significado de la derrota y aceptar esta misma. Vale, perder no es agradable para nadie, lloramos por perder, nos entristecemos, nos enfadamos, es normal, si no significaría que nos es indiferente y una pasión cómo el balonmano es algo que te debe importar, pero a pesar de la ilusión debemos pensar en mejorar lo hecho mal, en lo que hemos hecho bien y que siempre hay algo por lo que alegrarse, seguro que mas de lo que creemos en caliente. Por tanto os invito a aprender a perder, aceptar las derrotas y saber que sin derrota no hay victoria.